En primer lugar tenemos que meter la vela acabada al congelador, y dejarla uno o dos días para que se congele bien. Después, con un cuchillo sin punta como los de untar mantequilla, vamos a intentar ir quitando poco a poco la cera (dándole fuerte, que el portavelas no se va a romper), empezando por el borde:
Cuando ya hayamos quitado toda la cera, quedará un poco pegada en el interior, pero se quita fácilmente fregándolo con un estropajo y detergente:
Éste es el resultado final:
Como veis, se quedan súper limpios, y se les puede dar muchos usos, como elementos decorativos, recipientes para brochas, lapiceros, maceteros, portavelas (otra vez jajaja)... etc:
Yo este truco lo utilizo siempre que quiero reciclar un portavelas y no me lleva más de 15 minutos. A mí me funciona de lujo y espero que os haya servido a vosotros también. ¿Sabéis vosotros algún otro truco fácil y práctico? =)
No hay comentarios:
Publicar un comentario